miércoles, 10 de noviembre de 2010

Señor Simpson, es delito mentirle al FBI. Estaba en el auto de Barney comiendo bolsitas de mostaza...

Estoy con falta de inspiración para este post... la verdad no se que anda pasando en mi cabeza, se me debe estar agotando el suministro de pelotudeces al cerebro. Al final debe ser verdad eso de que la burocracia, los tubos fluorescentes y las impresoras de papel continuo te convierten en un ente gris tipo Patty y Selma. Mierda, voy a dejar de fumar, a ver si me convierto del todo… Así que, voy a tomar los elementos que tengo para hacer un texto mas o menos decente. Les voy a contar una bonita historia sobre un problemita que tuve esta semana con una conocida empresa de telefonía móvil… no voy a decir el nombre porque queda feo. A ver si todavía el FBI me interfiere el blog y cagamos. Encima que pago las boletas re vencidas, y que me lo cortan cada dos por tres, si los critico online la cague, me vienen a buscar. La cosa es que el otro día me había quedado sin crédito y necesitaba mandar un mensaje. Entro a la página, pongo número de teléfono, código… para poder sacar los putos mensajes gratis cambiando los 50 puntos de mierda que me dan por pagar las boletas. Cartelito: “lo sentimos, en este momento no podemos procesar su consulta, intente mas tarde… bla bla bla” así, unas 4 veces. Bueno, (pienso yo en mi inconciencia de buena ciudadana) ya fue, llamo a atención al cliente a ver que pasa. Siguiente conversación:
(Previa musiquita con una voz de locutor diciendo las últimas promociones. Se corta en seco)
-Bienvenido al servicio de atención al Cliente de… Para comprar o ac… (Si, si pelotuda ya se lo que tengo que marcar, una vez por semana tengo que quejarme por algo, marco 6 directamente).
-Silencio… más de la musiquita del principio. Se vuelve a cortar. Silencio. Voz de computadora: “con el objetivo de brindarle un mejor servicio, le informamos que esta llamada puede ser monitoreada o grabada” (¿Mejor servicio? Debe ser para ver quien los putea así te pueden dar un servicio mas de mierda por tratarlos mal. ¿Ven? ¡¡Les dije que el FBI estaba metido!!)
-Hola, bienvenido a… me llamo (nombre que no entiendo) ¿en que puedo ayudarle?
-Si, te llamaba porque estoy acá en la página y quiero sacar los mensajes gratis con los puntos, y no me deja. ¿No me los podrán acreditar desde ahí?
-no, desde acá no. eh... a ver señora (señora las pelotas, pelotuda), ¿es para la línea de la que me llama?
-si.
-mire, le informo que su línea registra una deuda de diez centavos, por eso no se pueden acreditar los mensajes.
-¿¿Me estas jodiendo??(Ya me empiezan a subir las pulsaciones) ¿Diez centavos? ¿De cuando? ¡¡¡Si la ultima boleta que pague la pague entera, no me quedo nada y eran 200 mangos!!!
-no se, señora (¿otra vez lo de señora, conchuda?) acá me figura una deuda de diez centavos, ¿segura que pago el total?
-si, pague el total. ¿No podes hacer nada desde ahí?
-no.
-o sea, (ya esta, ya me salto la térmica) ¿pago 200 mangos por mes para tener un Internet de mierda que no anda nunca, y que por diez centavos no me quieras acreditar mensajes? ¿No hay ninguna posibilidad…?
-no.
-ah, no pero lo suyo es mundial… o sea, yo quiero mandar un mensaje ahora, pago un montón de guita por mes, por un servicio que no me están dando. Yo no deje ningunos diez centavos sobrantes en la boleta, pague todo. ¿No te figura eso?
-no.
(Fin de la conversación, se me llenaron los huevos y corte) recuérdenme por favor que nunca mas llame para hacer ningún reclamo… o que me tome la presión primero.

Ah… tengo CLARO. 

jueves, 4 de noviembre de 2010

Por que siempre te llevas a los niños y no a los juegos de Fondue, por que, Santa, por que???

Falta cada vez menos para las fiestas. Un mes y pico, se va a pasar volando. En realidad por lo único que quiero que lleguen es por el aguinaldo que cobro en diciembre… porque si hay una fecha que desde hace años no me causa emoción es la navidad. Me acuerdo cuando era chica, le escribía la cartita a Papa Noel en agosto mas o menos. Cierta navidad, tipo a los 6 años, antes de cenar, abro una puerta y ¿que me encuentro? A mi mama envolviendo los regalos. A la mierda con la ilusión de Papa Noel, San Nicolás, Santa Claus, Kris Kringle o como carajo lo quieran llamar. Ahí entendí la clásica frase adulta de… vos pedile a papa Noel, el después elige de lo que pediste, te trae lo que pueda… claro... en la inconciencia de niño uno dice, el gordo este es mágico, tiene un montón de duendes que le hacen las cosas… ya fue yo le pido un pony. Mientras uno es chico, en el afán de mantenerte la ilusión, te regalaban más o menos lo que pediste, aunque tuvieran que embargar la casa. La decepción era el par de medias y los calzones que uno recibía a cambio cuando ya iba creciendo. La concha de la lora. Y las pertinentes excusas de los adultos; que eso lo necesitas mas, que para que querés la estación espacial de la Barbie, que la pista de autitos que pediste no entra en el trineo, que a Papa Noel se le retobaron los renos y lo dejaron en Panamericana, que no arreglaron con el sindicato de los duendes, que la Sra. Noel tiene menopausia… ¿y pasar la navidad en familia? (quédense tranquilos, este no es otro monologo sobre los tipos de parientes en las fiestas, esta muy trillado eso). Yo me refiero a cuando éramos chicos. Generalmente los padres de todos los niños de la familia llevaban los regalos a la casa donde se juntaban todos. Excusa adulta: “Papa Noel sabe que nos juntamos acá entonces trajo todos los regalos para que los puedan abrir a las doce… si ya se que son las 10, pero los tuvo que dejar antes porque acordate, tiene que ir a todo el mundo a dejar regalos y… (Fin de la inventiva materna, nene, dejala hacer los tomates rellenos y no preguntes mas pelotudeces… anda, anda a jugar con tu primito que no lo ves nunca y deja a mama y a la tía que critiquen a las cuñadas en paz). El tema de que cada niño abriera el regalo de sus padres frente a los otros solía generar controversias. ¿Por que a ella una barbie y a mi tres bombachas? ¿Por qué a él una pista de Hot Wheels y a mí esta pelota del orto? ¿Se porta mejor que yo? ¡Si es un pendejo de mierda! Gracias a dios existían los dueños de la casa, abuelos y demás parientes, que le regalaban a cada niño lo mismo pero de distinto color para que no se pelearan. No se, pongámosle… paraguas. Un paraguas de un color distinto para cada niño. De todas formas, si había más de una nena, se iban a pelear por a quien le dieron el rosa. O si era una muñeca para cada una, se iban a enojar por a quien le dieron la rubia. Así somos las minas, complicadas desde el principio de los tiempos. Ahora, si bien este “regalo consuelo” no te gustaba y no lo ibas a usar en tu puta vida, hacia bulto en tu bolsa de regalos y no te enojabas (tanto) cuando veías las de los demás.
Yo por mi parte siempre quise una pista de Hot Wheels y no me la regalaban porque decían que era de varón. Entre esto, y las princesas de Disney, traumaron mi infancia.